CHARLES MESSIER (1730 – 1817)
Charles Messier nació en Badonviller (Lorena, Francia) el 26 de junio de 1730. Al ser el décimo de 12 hijos no tenía grandes posibilidades de realizar una carrera académica. La muerte de su padre, ocurrida cuando charles tenía 11 años, empeoró sensiblemente las condiciones económicas de la familia. La llave para abrirle las puertas al mundo académico le vino de su bella grafía y de su habilidad para el dibujo. Fue contratado en calidad de copista por el astrónomo de la marina francesa Joseph Nicolas de l’Isle cuando tenía 21 años y ningún, o poco, conocimiento científico. Introducido gradualmente en la práctica de la astronomía de su tiempo, comenzó a llevar cuidadosos diarios de las observaciones y a medir la posición precisa de los objetos celestes. La meticulosidad fue la base de la fortuna de su futuro catálogo de objetos. Además, se adaptó bien a la moda del tiempo: el descubrimiento de cometas.
El Catálogo de Messier, compilado por el astrónomo homónimo del siglo XVIII, es el más famoso elenco de objetos astronómicos no estelares, cúmulos, nebulosas y galaxias.
Charles Messier, astrónomo francés, compiló su catálogo hacia fines del siglo XVIII para que otros astrónomos, interesados por el mismo campo de estudio que él, no tomasen por cometas otros objetos presentes en el cielo, como cúmulos estelares, nebulosas y galaxias. Este catálogo reviste todavía una cierta importancia por razones históricas y también como objeto de consulta, sobre todo para los aficionados. En efecto, los objetos que contiene pueden ser localizados incluso con instrumentos no profesionales.
El autor del catálogo fue uno de los más célebres cazadores de cometas. El año 1758, fundamental para Messier, fue también el año en que debía regresar el cometa estudiado por Edmund Halley de acuerdo con lo que entonces era sólo una hipótesis científica. El astrónomo militar Joseph Nicolas de I’Isle calculó la posición esperada del cometa y Messier empezó a observarlo en 1757. Un error en los cálculos del maestro indujo a charles a observar noches enteras el cielo en una dirección errónea, anotando sin embargo en su cuaderno la posición del compañero de Andrómeda y de una nebulosidad parecida a un cometa, pero inmóvil en el cielo en la dirección de la constelación de Tauro. Aquel objeto sería el número 1 de su catálogo.
Más tarde, Messier encontró el cometa, pero su descubrimiento no fue publicado. De todos modos, su carrera de buscador de cometas había comenzado y, una vez fuera del círculo de I’Isle, desde 1760 hasta su muerte, acaecida en 1817, observó 19 cometas, 13 de los cuales nunca habían sido observados antes y que todavía llevan su nombre. El catálogo de objetos nebulosos realizado para disponer de una referencia para la exacta localización de los cometas fue elaborado gradualmente, primero por Messier en solitario y después ayudado por su colega Pierre Mechain, que en 1780 pasó a trabajar con él.
La observación astronómica era una autentica obsesión para Messier, que por ella relegaba a un segundo plano incluso los asuntos familiares, no obstante, esta habilidad en la observación no se correspondía con una mente científica de nivel comparable. A pesar de todo, dejó como herencia a astrónomos profesionales y aficionados un catálogo que todavía hoy contiene los objetos mas bellos del cielo boreal.
LOS OBJETOS PERDIDOS
El método y la extrema precisión distinguían a Messier de los demás astrónomos de la época. Sus cálculos sobre la posición de los objetos eran tan exactos que todavía hoy podemos encontrarlos con certeza absoluta (salvo quizá M102). Pero no cometer ningún error es extremadamente difícil en un campo como el de la astrometría, especialmente en una época de cálculos con papel y pluma. Cuatro objetos permanecieron durante un siglo como incógnitas no resueltas en las cartas de los astrónomos franceses.
M47 es un cúmulo estelar, cuya posición había sido calculada a partir de la estrella de sexta magnitud 2 Navis, como lo había sido antes el objeto M46. Un banal error de signo en la ascensión recta había llevado a Messier a señalar una posición errónea. Sólo en 1959 el astrónomo canadiense T.F. Morris se percató del error, dando así la razón a Oswald Thomas, que había identificado por casualidad el objeto con un cúmulo en la posición correcta.
M48 fue hallado también por el canadiense T.F. Morris en 1959. Este cúmulo estelar, identificado hoy como NGC 2548, se encuentra exactamente a 5º de declinación más al sur de lo que indicaba el catálogo original.
M91 es una galaxia del cúmulo de Virgo. Su descubrimiento fue mucho más difícil. El aficionado tejano William Williams advirtió en 1969 que Messier había medido su posición con respecto a M89, recién descubierto, pero al anotar los datos finales creyó haber utilizado el objeto M58. Muchos habían sostenido que M91 era realmente un cometa que había engañado al cazador de cometas, pero hoy M91 es reconocido como la galaxia NGC 4548.
M102 permanece como un asunto controvertido. Podría ser un duplicado de M101 (como sostenía Mechain en una carta a Bernoulli dos años después del descubrimiento) o bien un error de 5º de ascensión recta. En esta posición se encuentra NGC 5866, cuyo aspecto recuerda la descripción del propio Mechain durante una observación: La medida de 5º era la de la red de coordenadas de las cartas utilizadas por Messier. Por ello, pudo haber sido una fuente común de errores durante la apresurada elaboración de los datos después de una noche de observación.
LOS OBJETOS AÑADIDOS
El catálogo final de charles Messier fue publicado en la Connaissance des Temps en 1784 y contenía 103 objetos. El astrónomo y su colega Pierre Mechain hallaron otros objetos en los años siguientes, pero no los publicaron. Un siglo más tarde algunos astrónomos decidieron incluir tales objetos en la lista, llegando así a los 110 objetos del catálogo de Messier. He aquí una breve reseña de ellos.
M104 fue descubierto por Mechain el 11 de mayo de 1781 e incluido en una nota escrita a mano por Messier en su copia personal del catálogo. Camille Flammarion lo añadió al catálogo de Messier en 1921. M105, M106 y m107 son citados por Mechain en su carta a Bernoulli, la misma en la atribuía a M102 una naturaleza de duplicado de M101. Desde un punto de vista cronológico, el cúmulo globular M107 fue el último objeto descubierto del catálogo de Messier.
M108 y M109 son citados por el propio Messier al informar del descubrimiento de M97, efectuado el 16 de febrero de 1781. Owen Gingerich lo incluyó por primera vez en la compilación de 1960 del catálogo. M110 fue añadido al catálogo por Kenneth Glyn Jones en el libro dedicado al tema publicado en 1960. Ya estaba incluido en un dibujo de la nebulosa de Andrómeda realizado por Messier en 1773, donde aparecía también M32.
LA NEBULOSA DEL CANGREJO
«Una nebulosa sobre el cuerno meridional de Tauro. No contiene estrellas; su luz es blanquecina y alargada como la llama de una vela; descubierta mientras observaba el cometa de 1758. Fue observada por el Dr. Bevis en 1731.»
El 12 de septiembre de 1758, mientras buscaba en una dirección errónea el retorno del cometa halley, Messier se encontró con la llamada nebulosa del cangrejo.
La nebulosa es un objeto único en el catálogo de Messier; se trata de los restos de la explosión de una supernova sucedida en 1054, observable en todas las longitudes de onda y formada por muchísimos filamentos de gas iluminados por una estrella de neutrones que quedó en el lugar ocupado por la vieja estrella que estalló.
Esta estrella tiene una densidad altísima, de millones de toneladas por centímetro cúbico, y gira sobre si misma 30 veces por segundo.
La energía emitida en forma de campos magnéticos y partículas cargadas por esta estrella en rotación es tan elevada que su movimiento de rotación está menguando inexorablemente.
Datos recogidos de la enciclopedia de la Astronomía y el espacio de Planeta de Agostini ISBN 84-395-5421-4